Barcelona/ Mambí en A/ La dinastía Castro durante más de medio siglo ha intentado invisibilizar de diversas maneras la opinión popular, sobre todo si ésta le es desfavorable. Para cumplir éste objetivo se ha valido fundamentalmente de su sistema dictatorial totalitario, mediante la censura de todos los medios de prensa y de comunicación; sin embargo, desde la llegada de internet se ha abierto una brecha por la cual el pueblo puede canalizar su más de medio siglo de descontento reprimido.
Otro método de expresión popular para canalizar el descontento reprimido son los "grafitis protesta". Estos también han puesto al descubierto la paradójica imagen de acólitos y lacayos del régimen de la dinastía Castro pintando las paredes para ocultarlos, mientras a su alrededor se muestra un país destruido y también falto de pintura. Mostrando así también cuál es la verdadera y única voluntad del régimen dinástico, que no es otro que permanecer en el poder.
A vista de los acontecimientos, una solución para lograr la atención forzada del deterioro urbanístico de Cuba podría ser, llenar de "grafitis protesta" todas las paredes de Cuba.
A continuación, un activista de la Unión Patriótica de Cuba muestra varios "grafitis protesta" ocultos bajo quién sabe cuánta pintura.
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