Barcelona/ Mambí en A/ Entre 1854-1880 la población de Ortiz del Estado Guárico; fue azotada por las pestes de la malaria y el paludismo, y que sirvió de escenario para una de las novelas de Miguel Otero Silva (Casas Muertas, 1955) quién nos ilustra el declive de este pueblo, desolado tanto por las enfermedades endémicas como por el hambre y la migración de sus habitantes, para conseguir un futuro mejor. La población moría y por los pocos adelantos de la época en materia de salubridad pocas cosas se hacían, como quemar plantaciones de plátanos o encomendarse a Dios. Hoy en día la plaga que los azota es el comunismo (1999-201?), como a toda Venezuela: Los azota el hambre, y si reclaman sus gritos y llantos son reprimidos por el régimen con disparos, maltratos y cárcel.
Así actúa el gobierno comunista de Maduro, con su gobernador comunista Rodríguez Chacín, su alcalde comunista Rolando Nieves, quienes ordenan a las fuerzas de seguridad reprimir a la población, en vez de brindarles seguridad: la GNB y la PNB. Este incidente no fue reseñado por los medios de comunicación social, a excepción de algunos diarios de formato electrónico que circulan por Internet; fue reseñado igualmente por usuarios en las redes sociales. Sin embargo, el incidente es prácticamente desconocido: Tres personas perdieron la vida durante este incidente y fueron detenidas unas treinta o cuarenta personas, sólo por protestar, exigiendo comida; y exigen comida por cuanto el desabastecimento es una realidad que afecta a toda la población venezolana. ¿Cuántos venezolanos más perderán la vida por protestar? ¿Es lícito matar a alguien sólo por protestar? ¿Por qué reprimen las protestas, en vez de resolver la cuestión que origina y genera las protestas? Las muertes de estos tres venezolanos deben ser investigadas, y castigados quienes la perpetraron.
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