Barcelona/ Mambí en A/ A pesar de las reformas del sistema penitenciario introducidas en 2011, las condiciones de reclusión seguían siendo extremadamente duras. Continuaron la falta de atención médica, comida y agua potable, las condiciones de insalubridad y el hacinamiento y la violencia en las prisiones y otros centros de detención. Durante los enfrentamientos en centros penitenciarios, el uso de armas de fuego seguía siendo habitual entre los reclusos. Muchos detenidos recurrían a las huelgas de hambre para protestar contra las condiciones de su reclusión.
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