Por: Cnel. (Ej.) Rubén Dario Bustillos Rávago
El pasado día 13 de julio, la Comandancia del Ejército emitió la orden Nro. G-0816, con la cual se les aplica una medida disciplinaria de desincorporación a 277 tropas profesionales de ese componente de la FAN, quienes cometieron el delito de deserción.
A pesar de que esa situación no sucede en ningún ejército del mundo, a ese importante grupo de desertores habría que agregarle más de 1000 Guardias Nacionales Bolivarianos, quienes han estado desertando, y en muchos casos han cargado con armas, municiones y uniformes para incorporarse a las bandas de delincuentes que pululan en todo el territorio nacional.
Hasta el presente no tenemos cifras sobre deserciones de los componentes Armada y Aviación, pero presumimos que estarán en el mismo orden que los otros componentes. En cuanto a la Milicia Bolivariana, no sería válido ninguna consideración seria, por cuanto, constitucionalmente no existe como componente integrante de la FAN y su desaparición no afectaría el apresto operacional de la fuerza armada como tal. En nuestra opinión, las milicias constituyen un “esperpento político” que afecta sustancialmente la seguridad social de los verdaderos profesionales de la FAN.
Al resultante de las anteriores consideraciones, habría que sumarles las decenas de Oficiales de todos los grados y componentes que se han ausentado sin permiso por causas políticas o por la situación de empobrecimiento en que ha sido sumergida la familia militar, en donde un coronel gana el equivalente a unos miserables nueve dólares mensuales, y a ello, añadirle la sacudida en la FAN por las detenciones de oficiales y tropas profesionales acusados de participar en supuestas conspiraciones, quienes después de ser sometidos al tormento de las torturas, colman las mazmorras de la opresión totalitaria de Nicolás Maduro.
La deserción es un delito militar, y como tal, el inculpado debe ser sometido a un juicio. Es universalmente conocido, que si el delito en cuestión se comete con armas y en presencia del enemigo, hasta se les podría aplicar la pena capital al infractor.
No pretendemos profundizar sobre la legalidad de la aplicación de esa medida por parte del comandante del Ejército, Mayor General Jesús Rafael Suarez Chourio, pues, presumimos que se trata de desincorporar a un importante número de efectivos, que sin duda alguna afecta la nómina y presupuesto de gastos del componente.
Sin embargo, no tenemos la menor duda en afirmar que las deserciones masivas de las que está siendo víctima la FAN, afectan las operaciones y mantenimiento de equipos sofisticados de los sistemas de comunicaciones militares, cuya efectividad para la defensa de la soberanía requiere del conocimiento y adiestramiento de profesionales, muchos de ellos entrenados en el exterior.
En todo caso, la medida establecida en la resolución Nro. G-0816 del 13 de julio emitida por el componente ejército, pone de manifiesto la desintegración de la FAN, cuya tecnificación y profesionalismo requirió tiempo y la inversión de muchísimos recursos que ahora son desechados por quienes entregaron la soberanía de la república a un enemigo extranjero y se han constituido en el soporte armado de una dictadura manipulada desde Cuba.
Caracas, 21 de Julio de 2018.
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