Por: Cnel. (Ej) Rubén Dario Bustillos Rávago
Mambí en A/ El embajador de Venezuela ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) Samuel Moncada, realizó un análisis sobre algunos hechos ocurridos en la región que, a su juicio, están configurando una estrategia que tendría como fin una invasión armada de Estados Unidos a Venezuela, con el apoyo de algunos gobiernos de la región.
“Todo nos dice que no se trata de una resolución sobre migrantes sino de una causa o pretexto para establecer una acción bélica (casus belli) contra Venezuela” -aseguró Moncada-.
Moncada falsea su informe al asegurar que EE.UU. y sus aliados traman una acción militar en contra de Venezuela, omitiendo que lo requerido por las grandes mayorías del pueblo venezolano, es una “Acción policial internacional” en contra de la delincuencia organizada que mantiene secuestrado a más de 30 millones de ciudadanos que claman por su liberación y el retorno de la democracia a la cual tienen derecho. Hay que tener presente que se trata de peligrosos delincuentes sin escrúpulos, armados y organizados, y como tales tienen que ser tratados.
El propio Moncada complementa su exposición explicando de donde se originan sus temores: “Después de escuchar a Marco Rubio citando su conversación con John Bolton, del Consejo de Seguridad Nacional. Estamos hablando de la “securitización” del tema migratorio... la gira de Mattis por la región, los movimientos militares de Brasil; Temer señalando que Venezuela rompe la armonía regional, el Canciller de Colombia anunciando en la ONU que el impacto migratorio en salud y educación ya es también un impacto en su seguridad, los ejercicios militares en Colombia, las declaraciones de Almagro pidiendo mayores sanciones contra Venezuela, las amenazas de corte de ventas petroleras de EEUU a Venezuela, la declaración de incapacidad para pagar deudas de Brasil a Venezuela, etcétera.”
Del contenido de esa información es fácil inferir los temores de Samuel Moncada de perder sus privilegios que le permiten disfrutar de la libertad en el corazón mismo del Imperio al que tanto clama aborrecer y muy lejos del hambre y la miseria que sufre el pueblo venezolano.
Moncada trata de soslayar la existencia de la diáspora venezolana, convertida en un grave problema regional, producto de las acciones del régimen delincuencial de Nicolas Maduro, tal y como bien lo señala la revista colombiana Semana en su reportaje titulado “las marchas de la infamia”.
Comunismo y Narcotráfico tienen algo en común: ambas organizaciones permiten a sus miembros disfrutar del dinero producto de la corrupción o de la venta de drogas en donde la traición se paga con la muerte, la cárcel o el exilio.
En nuestra opinión, Nicolas Maduro no abandona el poder que usurpa por temor a ser asesinado por sus cómplices comunistas, como sucedió con el líder revolucionario ruso de origen judío León Trotski, asesinado en México por un agente soviético en 1940 o el presidente chileno Salvador Allende, quien fuera asesinado por sus guardaespaldas cubanos para impedirle entregarse a las tropas del Gral. Augusto Pinochet, en 1973.
Por decisión de la Asamblea Nacional del 09 de enero de 2017, Nicolás Maduro dejó de ser presidente de Venezuela para convertirse en un prófugo de la justicia que lo solicita para cumplir una pena de 18 años y 3 meses de prisión por el delito de corrupción.
De tal manera que, como lo hizo el capo del narcotráfico Pablo Escobar Gavidia en Colombia o el narcotraficante panameño Gral. Manuel Antonio Noriega, Nicolás cree que una guerra lo pudiera sacar de la disyuntiva en que se encuentra, y nosotros creemos que están dadas las condiciones para ser complacido.
Caracas, 03 de septiembre de 2018.
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"Lavar pocetas es un trabajo. Lavar dinero es un delito…" Blanca Rosa Mármol, ex Magistrada del TSJ.
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