"... le sugiero recordarle a su jefe, alias “El Usurpador”, lo que el 23 de enero de 1958 le aconsejó el general Llovera Páez al general Pérez Jiménez, antes de tomar el avión identificado como “La vaca Sagrada” para huir hacia la República Dominicana: “Marcos, mejor nos vamos compadre, pues te recuerdo que pescuezo no retoña”
Por: Cnel. (Ej) Rubén Dario Bustillos Rávago
Mambí en A/ ¿Cómo es eso de que Ud. nos llama de nuevo al servicio militar para defender la patria? Pero si Ud. mismo no hace mucho, montado en un tanque de guerra ruso, uniformado de gala con todas las condecoraciones como sinónimo de su bravura, y parado al frente de sus tropas civiles y militares, ¿se acuerda?, le reiteraba a su Comandante en Jefe una vez más, que estaban listos, completos para confrontar al Imperio, por la Patria, el Socialismo y hasta la muerte misma, y de paso nos señalaba al resto de los que no estábamos allí, como los enemigos de la patria.
La primera pregunta que me viene a la mente, mi general, es: ¿Es Ud. un narcotraficante, terrorista, corrupto, violador de los derechos humanos de los venezolanos? ¿Si la respuesta es negativa, entonces por qué los protege en vez de cumplir con su obligación de combatirlos? A menos que Ud. sea integrante del “Cártel de los Soles”, y como Pablo Escobar Gaviria, quiera morir con las botas puestas.
Ud. tiene el valor de llamarnos a servirles de escudos humanos para cubrirle su retirada hacia el paraíso en donde su familia y el dinero robado esperan para disfrutar sin temor el producto del saqueo de las arcas públicas y el narcotráfico.
Le voy a decir una cosa, mi general, no voy a caer en su trampa, mientras Ud. se monta en su avión y se va lejos o cuando suenen los primeros tiros Ud. se rinde. Son algunos de sus Oficiales fanatizados, si acaso le obedecen, quienes con sus famélicas tropas morirán inútilmente por su comandante en jefe.
Se acuerda Ud. mi general, la última parte de aquel juramento que los soldados hacemos de defender la Patria y sus instituciones, hasta perder la vida: “… si no, que Dios y la Patria os demande”. Ud. mi general, juró en vano, así que asuma su responsabilidad.
Hace algunos años que luché en contra de los invasores cubanos que pretendieron quitarnos el país para robarnos nuestras riquezas naturales y cuando los expulsamos, salí con mi banderita de siete estrellas a celebrar haber ganado la guerra.
En esta oportunidad también estoy anotado a ganador, mi General, así que cuéntame entre sus enemigos pues estoy del lado de los buenos. De tal manera que le aconsejo, que cuando mis aliados lo derroten, que tenga un poco de dignidad; cumpla con la última palabra del eslogan que tanto repitió: Patria, Socialismo o MUERTE. Pues La Patria la perdimos hace 20 años cuando Ud. se la entregó a los cubanos y el Socialismo solo nos trajo miseria y ruina al pueblo venezolano, de manera que me permito reiterarle, mi General, que si acaso no va cumplir su palabra de inmolarse por su revolución y su comandante supremo, por lo menos haga honor a su jerarquía y sea varón, como lo hicieron los oficiales generales japoneses al final de la II Guerra Mundial, hágase el harakiri, pues los pueblos no perdonan una traición y Ud. no va a ser la excepción.
Para concluir, le sugiero recordarle a su jefe, alias “El Usurpador”, lo que el 23 de enero de 1958, le aconsejó el general Llovera Páez al general Pérez Jiménez, antes de tomar el avión, identificado como “La vaca Sagrada”, para huir hacia la República Dominicana: “Marcos, mejor nos vamos compadre, pues te recuerdo que pescuezo no retoña”.
Por mi parte, mi General, no tenga la menor duda de que, saldré a celebrar la victoria por la que tanto he esperado, esta vez con varias banderitas, una tricolor y las mismas siete estrellas de mi patria, y otras con la de los colores que identifican a nuestros aliados democráticos, que, en solo 3 días, espero yo, nos ayudarán a conseguir la libertad que, por culpa suya, no pudimos lograr en 20 largos años.
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