En una carta que dejó atrás escribió:
¡Mami, papá, hermano, hermanita!
Ya estaré muerto o cerca de la muerte cuando leas esta carta. Sé el duro golpe que mi acto será para ti, pero no te enojes conmigo. Desafortunadamente, no estamos solos en este mundo. No estoy haciendo esto porque estaría cansado de la vida; todo lo contrario, lo aprecio demasiado.
Con suerte, mi acto mejorará la vida. Conozco el precio de la vida; es lo más preciado. Pero quiero mucho para ti, para todos, así que tengo que pagar mucho. No pierdas tu corazón después de mi sacrificio. Dile a Jacek que estudie más duro y a Marta también. Nunca debes aceptar la injusticia, ya sea en cualquier forma. Mi muerte os atará. Lamento que nunca te veré ni eso, que tanto amaba. Por favor, perdóname por discutir tanto contigo. No dejes que me vuelvan loco.
Saluda a los niños, al río y al bosque.
— Jan Zajíc
*Evžen Plocek (29 de octubre de 1929, Jihlava - 9 de abril de 1969, Jihlava) otro checo que decidió inmolarse dos meses después de Jan Zajíc.
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